Durante seminario, coordinadora del Laboratorio de Procesos Fotónicos y Electroquímicos se refirió a la miniaturización de materiales.
Con la llegada del COVID-19, se ha hecho recurrente escuchar sobre las nanopartículas de cobre, que la industria incorporó a soluciones de limpieza y desinfección, así como a mascarillas y vestimenta de protección antimicrobiana.
Pero ¿qué son las nanopartículas? ¿sabía que están presentes en la ropa impermeable, en bloqueadores solares, raquetas de tenis, teléfonos móviles y en muchos otros materiales de la vida cotidiana?
La coordinadora del Laboratorio de Procesos Fotónicos y Electroquímicos de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), doctora Macarena García Morgado, fue la encargada de acercar el mundo nanométrico al ciudadano común, mediante la miniaturización de materiales en seminario organizado por la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas junto a la Dirección General de Vinculación con el Medio de esta casa de estudios.
La investigadora sostuvo que un nanómetro es un metro dividido en mil millones de partes, por lo que solo a través de un microscopio de alta resolución puede observarse.
“Una nanopartícula es un cúmulo de átomos, que pueden ser del mismo elemento químico o de moléculas de un compuesto químico, que se agrupan en una estructura particular y definida, de acuerdo con la situación o las características de la síntesis bajo la cual se obtuvo. Se aglomeran formando una estructura sólida, que es inmensamente grande comparado con una molécula química”, afirmó la doctora García.
MEJORAN PROPIEDADES DE MATERIALES
Debido a que las nanopartículas pueden conformar variadas estructuras con propiedades también diversas, se les utiliza principalmente para innovar y desarrollar nuevas herramientas y materiales en múltiples áreas como la medicina, la electrónica, la física, la química, la agricultura y el medioambiente, entre otras.
“Al nosotros ir miniaturizando materiales, lo que hacemos es ver propiedades que estaban escondidas en el material a granel, y aparecen cuando las nanopartículas comienzan a tomar forma. Al miniaturizar materiales incremento la reactividad química, las propiedades químicas, mejoro propiedades mecánicas, magnéticas, eléctricas y ópticas del material. Es decir, tomo algo grande y lo manejo a una escala pequeña mucho más definida y con ello mejoro las propiedades del material”, precisó.
Así, las nanopartículas de óxido de zinc y dióxido de titanio se emplean en bloqueadores solares, porque favorecen la absorción y dispersión de los rayos UV. Al miniaturizar al cobre, metal reconocido por sus propiedades antibacterianas, es posible aplicarlo en fibras de calcetines y mascarillas, así como en productos para desinfectar superficies. Los nanotubos de carbono, cien veces más resistentes que el acero, pero más liviano y más rígido que el diamante, son usados en raquetas de tenis y estructura de bicicletas.
En la naturaleza, expresó la académica UPLA, las nanopartículas también están presentes, por ejemplo, en las conchas de moluscos o en las fibras de una tela de araña. El apilamiento de proteínas le otorga al tejido arácnido una resistencia tal capaz de detener a un avión.