Decana (s) de la Facultad de Ingeniería de la casa de estudios lideró equipo de investigadoras que determinó las capacidades de la especie halófita en la zona de Puchuncaví.
“Suelo contaminado con plomo (Pb) de Quintero-Ventanas, Chile: Remediación con Sarcocornia neei”, se denomina el artículo científico publicado en febrero por la revista Scientific World en el que investigadoras de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) confirman que esta planta halófita, presente en ambientes salinos, puede descontaminar terrenos contaminados con metales pesados como arsénico, cobre y plomo.
Así lo evidenciaron luego de realizar un estudio de fitorremediación con Sarcocornia neei, para el metal plomo (Pb) en condiciones de laboratorio, sobre suelo contaminado proveniente de la comuna de Puchuncaví, y plantas previamente propagadas, extraídas en el humedal El Yali, ambas localidades de la región de Valparaíso.
En esa labor trabajaron Verónica Meza Ramírez, decana (s) de la Facultad de Ingeniería; Ximena Espinoza Ortiz, directora de la carrera de Ingeniería Civil Ambiental; Paulina Rojas Hermosilla, exalumna de Ingeniería Ambiental; Pamela Ramírez Verdugo y Paulina Hernández Lazcano, curadora del Herbario VALPL y profesional del Laboratorio de Histología Vegetal de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, respectivamente.
Tras 31 días se pudo observar en “los análisis de fertilidad del suelo que el pH era ácido entre 5,77 a 6,38, pero había bajos niveles de conductividad eléctrica -lo que es raro en una zona salina- y muy baja materia orgánica. En relación a la concentración de metales pesados, predominó el plomo (Pb) con una concentración de 77,97 mg/Kg (miligramo por kilo de suelo), porcentaje que luego de la remediación disminuyó a un 99,8%. Los resultados obtenidos fueron contrastados con normativas internacionales, referidas a la concentración de metales de suelo, dado que en Chile no hay”, detalló la decana (s) Verónica Meza.
Para la académica UPLA, estos datos no solo vienen a complementar un estudio anterior realizado con plantas recolectadas en los humedales Los Maitenes de Puchuncaví y El Yali de San Antonio en 2018, y en el que se utilizó muestras liofilizadas concluyendo que con la temperatura correcta absorbe en un 98% el plomo de un suelo contaminado.
Dos años después se confirma que “es posible remediar suelo contaminado, en un principio con plomo, a partir de la planta viva. Este resultado no solo nos permitirá seguir investigando las propiedades de la planta sino que además podría ser el punto de partida para tener un protocolo para biorremediar zonas de sacrificio que estén contaminadas con metales pesados, por ejemplo en zonas donde exista contaminación de pasivos ambientales porque una cosa es que las empresas disminuyan sus niveles de emisiones y las concentraciones de los contaminantes, lo que es muy positivo, pero otra cosa es que se hace con los pasivos ambientales que tienen 50 o 60 años en varias regiones del país”, aseveró la también integrante del Departamento de MedioAmbiente UPLA.
Desde lo práctico, las académicas Ximena Espinoza y Verónica Meza siguen trabajando con las comunidades de El Rungue, cercana a Puchuncaví, en la propagación de esta planta y en la implementación de un invernadero que les permita producir hortalizas libres de contaminación y biorremediar sus terrenos.
Cabe destacar que esta investigación fue financiada por el proyecto (DGI 09 1920) de la Dirección General de Investigación y el Fondo de Desarrollo Disciplinario (FDD-18.105) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Playa Ancha.