Permiso entregado por el consejo técnico del establecimiento penitenciario permitió la salida del privado de libertad.
Durante dos meses Pedro Vivanco se trasladó desde el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Limache hasta dependencias de la municipalidad local para asistir a las clases del curso de manipulación de alimentos que impartió la casa edilicia.
Impulsado por los deseos de poder crecer como persona y reinsertarse en la sociedad, el reclusos de 47 años aprovechó la oportunidad que le brindaron Gendarmería y la Municipalidad y aprobó el curso en el que, confiesa fue un alumno más.
“Estando recluido comencé a estudiar primero y segundo medio y con el pasar el tiempo se me dio la oportunidad de ir a estudiar afuera. Para mí fue difícil retomar los estudios, pero se puede. Tuve harto apoyo de las compañeras, de los profesores y del mismo penal”.
Previo al inicio de las clases se efectuó un consejo técnico en el establecimiento penitenciario, el cual fue presidido por la jefa de la unidad limachina, teniente coronel Lucía Vega. En esta instancia fue donde se dio el permiso que permitió la salida del hombre condenado por desacato.
“Cuando la OMIL viene a ofrecernos cursos de capacitación vemos el que pueda ser más beneficioso para nuestro internos. Posteriormente, vemos el perfil del interno, para que pueda salir. En este caso, como fue una capacitación, se permitió que saliera los dos días que se realizaban las clases, desde las 17.00 a 20:00 horas”, afirmó la comandante Vega.