Aplicación de estrictos protocolos de seguridad, contención y atención oportuna destacan la labor de la Unidad.
La Unidad de Emergencia Adultos es la puerta de ingreso de los pacientes, que por distinta que sea su enfermedad, concurren al centro asistencial de alta complejidad viñamarino. También, donde los usuarios que presentan síntomas asociados a COVID-19 reciben su primera atención e inician el proceso de confirmación del contagio del virus.
Por este motivo, cobra relevancia en tiempos de pandemia la labor de los equipos clínicos que trabajan en esta unidad del hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ.
En la actualidad y para facilitar la segregación de flujos, el centro asistencial viñamarino, dispuso la división de la urgencia para pacientes respiratorios y no respiratorios. Una estricta medida con la cual buscan evitar que pacientes que acudan al servicio por patologías no asociadas a COVID, se contagien en el hospital.
Precisamente, el doctor Leonardo Reyes, Director del Hospital Dr. Gustavo Fricke destacó la labor y el compromiso de los trabajadores de ambas urgencias, durante la contingencia sanitaria. “Desde el inicio de esta pandemia la Unidad de Emergencia Adultos (UEA), ha sido la primera línea de atención. Ahí se hacen los exámenes PCR a los pacientes sospechosos y, por supuesto, nuestra intención en este modelo de atención fue en primer lugar separar a los pacientes sospechosos respiratorios de este virus y los pacientes que dada su sintomatología no ameritaba ser atendidos con el protocolo estrictos del COVID. En ese sentido la UEA fue muy proactiva en términos de hacer esta separación de flujos para proteger a los pacientes y funcionarios respecto de los modelos de atención en cada una de las áreas” señaló el Director del centro asistencial.
La urgencia completa está atendiendo un promedio de cien pacientes diarios, una cifra inferior a las registradas en otros inviernos. Sin embargo, el tipo de paciente y las patologías que actualmente reciben atención, son complejas. Así lo detalló el doctor Felipe Espinosa, de la Unidad de Emergencia Adultos del Hospital Dr. Gustavo Fricke quien argumentó que “en otras palabras hemos dejado de recibir las consultas que son más bien banales para quedarnos con los pacientes que realmente deben acudir a la urgencia. Tenemos una parte de la población que presentan síntomas leves y que con medidas básicas se recuperan, pero el paciente que tiene patologías tipo COVID, muchas veces requiere hospitalización dado que su estado de salud es más complejo”.
Equipo SAMU en acción
En muchas ocasiones el paciente COVID, dada su condición, no puede llegar por sus propios medios al centro asistencial; en ese ámbito la labor que cumplen los funcionarios del SAMU es fundamental para mantener al usuario estable desde que sale de su hogar, hasta que ingresa al hospital.
Víctor Cases, enfermero supervisor de la base SAMU de Viña del Mar nos explica el trabajo que desempeñan en el ámbito prehospitalario. “Muchas veces nos vemos enfrentados a que el paciente requiere atención directa dentro del hospital por el manejo de la ventilación mecánica. Si bien, nosotros tenemos disponibilidad en nuestros móviles de ventilación artificial, nuestro trabajo es brindar la primera atención y trasladarlo lo más rápido posible, para que ingrese a la Unidad de Pacientes Críticos” detalló.
Refuerzo de las medidas de protección personal
Una de las claves para mantener controlado el índice de contagios de COVID-19 en los funcionarios de la Unidad de Emergencia Adultos, es el correcto uso de los Elementos de Protección Personal que entrega el hospital para el uso de sus trabajadores. Esto también se ha visto reforzado con la modificación de los protocolos adoptados para la atención de los usuarios, tomando a cada paciente como sospechoso de COVID. En ese contexto Cristian Haye, enfermero de la unidad, destacó que “inicialmente cuando estábamos en un contexto no pandemia las EPP se entregan segmentadas a un tipo de paciente especial y a una cierta población reducida. Ahora es un universo mayor, prácticamente todos los pacientes que nosotros recibimos tienen que ser atendidos con EPP adecuadas, ya sea respiratorios o no; según los protocolos vigentes. Pero ya el paciente respiratorio u observación de COVID requiere una preparación completa para ser atendidos”.
Contención de pacientes y sus familias
María Teresa Pizarro lleva 28 años como TENS en la Unidad de Emergencia Adultos del Hospital Dr. Gustavo Fricke de Viña del Mar. Dice estar acostumbrada a tratar a pacientes que ingresan graves, sin embargo enfrentarse a una pandemia es distinto y complejo a la vez. El contexto sanitario y la carga emocional que trae consigo tratar a personas afectadas por COVID-19, según la funcionaria, ha sido distinto. “Hay una familia detrás que también está angustiada porque existe un peligro inminente de agravarse y el hecho de tener un paciente positivo, significa que hay toda una familia detrás que también puede estar toda positiva.” indicó.Un trabajo multidisciplinario en medio de la contingencia sanitaria que busca brindar una atención primaria oportuna, estabilizar a los pacientes graves y salvar vidas. Sin duda, una labor ardua y que requiere de un compromiso a toda prueba.