Rápida reacción de los gendarmes impidió que los elementos prohibidos llegaran a la población penal.
El aviso del personal que cumple labores en los puestos de vigilancia del Centro de Cumplimiento Penitenciario de San Antonio alertó del lanzamiento de dos objetos hacia el interior de la unidad. Este hecho, ocurrido durante la mañana del pasado miércoles, puso en funcionamiento el protocolo de seguridad que permitió confiscar los artículos antes que pudiesen ser alcanzados por algún privado de libertad.
Los dos objetos, lanzados por medio de la técnica del “pelotazo”, contenían en su interior un teléfono celular, dos cargadores, un chip para teléfonos móviles, comprimidos de clonazepam y cannabis sativa.
El jefe del establecimiento penitenciario sanantonino, mayor Víctor Muñoz, sostuvo que: “cerca de las 11.40 horas un funcionario, que presta servicios de vigilancia en el puesto tres, informa por radio que desde el exterior de la unidad lanzaron dos objetos hacia el sector del taller de madera. De inmediato un gendarme se dirigió al lugar, logrando percatarse que en el techo de este taller se encontraban dos paquetes de nylon envueltos en cinta adhesiva. Una vez requisados se procedió a su revisión, constatando que albergaban 17 gramos de cannabis sativa, tres blíster con un total de 44 comprimidos de clonazepam, un teléfono celular, un chip y dos cargadores”.
“La vigilancia constante y el rápido actuar del funcionario de centinela y la reacción inmediata del personal permitió evitar que estos elementos, que están prohibidos por la administración penitenciaria, pudiesen llegar a manos de algún privado de libertad. Por lo mismo, es que quiero felicitar al personal que intervino en este procedimiento”, agregó el jefe de unidad.
Finalmente, se dio aviso al fiscal de turno, quien ordenó que fuese personal del OS-7 de Carabineros el encargado de realizar las pruebas de campo.