Según datos entregados por la Dibam la región de Valparaíso es la que más préstamos de libros registra en los centros penitenciarios.
En agosto del 2016 se inauguró la biblioteca del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de San Felipe. Casi un año y medio más tarde se ubica entre las unidades penitenciarias que más préstamos realizó durante el 2017 en todo el país.
Junto al CCP de Los Andes la unidad sanfelipeña facilitó 1301 textos a la población penal, ayudando de esta manera a que, según datos entregados por la Dirección de Biblioteca Archivos y Museos, la región de Valparaíso fuese la que más préstamos de libros registrase durante el pasado año.
Mientras el CCP de San Felipe se ubicó en el decimocuarto puesto, con 526 préstamos, el recinto de los Andes alcanzó el séptimo, con 775 libros.
El jefe (s) del establecimiento andino, capitán Carlos Ortiz, destacó que el elevado índice de lectura de la unidad ayuda a que: “los internos a ampliar su vocabulario y así salirse del coa, el que comúnmente se utiliza en las unidades penales. Ellos utilizan bastante tiempo en la lectura y eso se deja ver en la cantidad de libros que se prestan”.
Entre los reclusos que más leen se encuentra Eduardo Kulenkampff. A sus 60 años confiesa que pide uno o dos libros a la semana.
“He leído de todo, pero de lo último lo que más he leído es Hernán Rivera Letelier, que me encanta, también Isabel Allende. La biblioteca está muy bien provista y siempre está llegando lectura nueva así que no tenemos problemas”.
El programa Fomento Lector, por medio del cual la Dibam y Gendarmería se unieron para construir o reparar bibliotecas al interior de los recintos penales, comenzó en el año 2014 y en una primera instancia significó un inversión cercana a los $150.000.000.
En el caso de la región de Valparaíso, a las unidades de Los Andes y San Felipe, se suman las de Valparaíso, Putaendo, San Antonio, Petorca y Limache. Esta última es la que registra mayor cantidad de préstamos, pese a que la población penal es de aproximadamente 240 personas. En total, desde enero a noviembre del año pasado, se facilitaron 986 textos en el CDP limachino, es decir, existe un promedio de lectura de más de cuatro libros por privado de libertad.