Respecto a las críticas que han surgido en el ámbito internacional ante la dificultad de los acuerdos logrados durante la COP 25 en Madrid, el parlamentario PPD señaló que las organizaciones que participaron en la Cumbre por el Cambio Climático “hubieran esperado que la conducción de Chile tomara un camino para generar mayor presión” en la materia.
Tras el cierre de la participación de Chile como país organizador de la COP 25, que culminó recientemente en Madrid, el senador PPD y miembro de la comisión de Relaciones Exteriores, Ricardo Lagos Weber, señaló que el gobierno debe analizar con autocrítica los resultados de los acuerdos de la cumbre, considerando que las críticas provienen justamente de organismos que fueron parte de la cita internacional.
“Entendiendo que no depende de un solo país mover a estos gigantes, que eso lo comprendo, quiero decir que no se puede generar expectativas, ni tampoco lo que hemos visto en declaraciones respecto a una deficiente construcción del proceso en Madrid, porque no es una noticia que se genera en Chile, sino más bien, son cuestionamientos que provienen desde la cumbre. Entonces, ahí hay un tema donde tiene que hacerse la autocrítica el gobierno”, señaló el parlamentario.
Según Lagos Weber, en temas medio ambientales “no basta decir que se asumen compromisos por este lado, pero con la otra mano no se toman acuerdos, como lo fue con el de Escazú. Y no fueron pocos los que hicieron ver este tema en la cumbre. Entonces, es difícil que un gobierno tenga credibilidad para conducir un proceso muy tensionado y complejo, cuando desde el punto de vista doméstico no fuimos capaces de firmar el Acuerdo de Escazú”.
Consultado sobre el cuestionado rol que jugó la Ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt en la cita madrileña, el legislador consideró que “no podría juzgar su conducta o falta de liderazgo in situ, pero sí tenemos lo que nos han señalado las delegaciones desde afuera, declaraciones en off muchas de ellas, en las cuales se deja entrever que habría una falta de ambición o de carácter a la hora de enfrentar estos compromisos. Porque cuando uno tiene que lidiar con estas potencias, uno también debe poner su capital (político) arriba, y tal vez, quienes quedaron disconformes con este acuerdo hubieran esperado que la conducción de Chile tomara un camino para generar mayor presión y exponer de otra forma a quienes eran más reticentes a avanzar”.