Especialista de la Facultad de Salud de la UPLA entrega recomendaciones para comprar pescados y mariscos, y enseña a reconocer cuando hemos ingerido productos que pueden afectar nuestra salud.
La Semana Santa, para muchos, es un tiempo de reflexión y descanso, pero para otros, es la mejor oportunidad para consumir todo tipo de alimentos, a excepción de las carnes, y en especial, pescados y mariscos.
Carol Parra, directora del Departamento de Nutrición de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), hace una clara advertencia a la hora de organizar el menú, pues advierte que hay muchas alternativas distintas a los productos marinos.
De la misma forma, explica que también pueden darse algunos casos de intoxicación producto de alimentos descompuestos, en mal estado o vencidos.
Respecto a los primeros síntomas a los cuales hay que estar atentos, menciona el dolor abdominal, los vómitos y la diarrea, lo que pone en riesgo de sufrir una deshidratación. Por ello, ante cualquiera de estos síntomas, siempre recomienda acudir a un centro de salud.
“Claro, la gente actúa como si no comiera estos productos durante todo el año y espera estas fechas para hacerlo, cuando en realidad, están disponibles todo el año. Deben ampliar el abanico. Están las legumbres, verduras (fajitas, empanadas, pizzas vegetarianas), por lo tanto, hay hartas preparaciones culinarias que se pueden hacer”, dijo la nutricionista en torno a lo que se debe consumir.
Si la opción es comer productos del mar, advierte que es necesario tener presente algunos puntos clave, como fijarse muy bien que el pescado o marisco cuente con la debida refrigeración.
En el caso de los mariscos y pescados congelados, es muy importante poner atención en la fecha de elaboración y vencimiento de estos, además de sugerir que sean comprados en lugares autorizados, y que se refrigere aquello que no se consuma.
“En el caso de los pescados, deben fijarse en que la carne esté firme, que las escamas estén firmes (que no estén sueltas), que los ojos estén brillantes, no opacos; para asegurarse de que estén frescos. En el tema de los mariscos, lo mismo: que la carne esté firme, brillante, que reaccionen, sobre todo los bivalvos, que son los de concha, se cierran al tacto”, dijo la especialista.