Esta enfermedad a la piel, que afecta a más de 45 millones de hombres y mujeres en el mundo, no tiene cura y se puede desencadenar principalmente por cambios de temperatura o comidas muy condimentadas. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y evitando aquellos factores que la desencadenan, muchas personas pueden experimentan mejoras en su dermis.
La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que afecta a más de 45 millones de personas en el mundo y que se caracteriza por el enrojecimiento facial localizado, principalmente en la zona centro del rostro, y cuyos síntomas y signos más comunes son rojez, inflamación, pústulas, pápulas y arañas vasculares (telangiectasias), brotes que se pueden desencadenar principalmente por cambios de temperatura o comidas muy condimentadas.
Cuando se sufre de rosácea, patología que afecta principalmente a hombres y mujeres entre los 30 y 50 años, los vasos sanguíneos de la cara se contraen y se relajan con mucha facilidad, por lo que ante determinados estímulos se produce una dilatación exagerada de los vasos sanguíneos que provoca el típico enrojecimiento. Además, conforme se van repitiendo los brotes, esa continua contracción y relajación de los vasos sanguíneos acaba originando pequeñas venitas o telangiectasias. Cuando la enfermedad está ya más avanzada, y la piel está cada vez más alterada, aparecen las pústulas que pueden confundirse con el acné.
“A pesar de que no tiene una cura definitiva, tratando la rosácea adecuadamente y evitando aquellos factores que la desencadenan, muchas personas experimentan mejoras en su piel. Incluso, con los cuidados oportunos la rosácea puede permanecer controlada dando la apariencia de una piel sana y normal, disminuyendo el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos que provocan el enrojecimiento facial, la aparición de venas superficiales y los granos rojos inflamados”, señala Sandra Navarrete, Máster en Dermocosmética del Centro de Estudios Superiores de la Industria Farmacéutica (CESIF), Madrid, España.
Respecto a la causa de esta enfermedad, la especialista agrega que “todos los factores que eleven la temperatura del cuerpo son suficientes para desencadenar un brote, como por ejemplo los cambios de temperatura, el uso de secador de pelo, los baños calientes y saunas, el sol directo en la cara, los ambientes muy secos, comidas picantes, muy condimentadas o azucarados, el alcohol, café y té pueden estimular la dilatación vascular, situaciones que no afectan a la piel en condiciones normales”.
La edad en donde se han registrado la mayoría de personas con esta patología es entre los 30 y 50 años, “pero igual puede haber jóvenes o adultos mayores de 60 años que presenten rosácea, y la actualidad también se han registrado casos de jóvenes de 25 y menos edad, lo cual se está estudiando, ya que la contaminación ambiental y el estrés pueden ser posibles causantes de esta enfermedad. No obstante, es más frecuente en mujeres, pero se manifiesta de forma más agresiva en hombres, presentándose mayormente en personas de piel blanca”, resalta la experta.
En cuanto a las recomendaciones para calmar, controlar y evitar los brotes de rosácea, “se debe limpiar la piel permanentemente con productos que no contengan alcohol y que calmen la dermis, limpiadores o desmaquillantes que aumenten la defensa celular, contengan antibacteriales, propiedades hidratantes, antioxidantes, cicatrizantes y que ayuden a proteger la piel contra las agresiones ambientales. Del mismo modo, se debe evitar comer alimentos libres de condimentos, prefiriendo una dieta equilibrada y libre de elementos que irriten o aumenten la temperatura del cuerpo. Del mismo modo, se debe evitar tomar sol directo, los cambios de temperatura en la piel y usar protectores para la piel que impidan el paso de la luz”, finaliza la también fundadora de Bodynew.cl, dermocosmética 100% natural.