En entrevista para el portal argentino www.racingdelalma.com.ar la figura cementera declaró sentirse muy en Chile y con ganas de volver el algun minuto a triunfar en Argentina.
Acá un extracto de la entrevista publicada hoy 26 de mayo y realizada por Juan Gorrochategui al portal trasandino:
Suena y suena el teléfono de Brian en Concón, provincia de Valparaíso, a 43 kilómetros de La Calera, ciudad chilena donde el delantero comienza a ponerse el traje de ídolo por lo que viene haciendo en el club ascendido a Primera a inicios de 2018 (allí estará a préstamo hasta diciembre) . Finalmente, el protagonista logra atender a RDA. “Disculpame la demora, Naiko (su perro) me cagó todo el departamento”, nos cuenta sin filtro el pibe de 23 años que la luchó desde niño en Santa Fe, cuando comer todos los días era un lujo que no formaba parte de su vida cotidiana. Durante los 45 minutos que durará la charla, se mantendrá siempre de la misma manera: auténtico, sensible, locuaz y con unas ganas increíbles de volver a ponerse la camiseta de Racing, entidad dueña de la mitad de su ficha.
-¿Cómo fue tu infancia en Santa Fe?
-Nací en el barrio Yapeyú. La verdad, no nos sobraba nada. Muchas veces le pedíamos pan a los vecinos o ni siquiera nos alcanzaba para tomar un té. Éramos 10 hermanos y no había plata para que todos pudiéramos comer. Después de pasar hambre, disfrutás el doble de los momentos lindos que te da la vida.
¿Qué relación tenés con tus hermanos?
-A la gran mayoría nos úne nuestra tremenda pasión por el fútbol. Lea (delantero de Independiente) está pasando un mal momento por la lesión, pero sé que va a volver con todo. Nico (Defensa y Justicia) tuvo un problema muscular sobre el final de la Superliga. Fue una lástima porque la venía rompiendo toda, haciendo un montón de goles. Juan Cruz y Tomás están en las Inferiores del Halcón y también les va muy bien. Los Fernández somos todos goleadores, je.
-Estuviste internado en Tijuana (México) para poder recuperarte de tu adicción a las drogas. ¿A quién te aferraste para poder superar ese momento?
-A mi familia. Estuve en un centro de rehabilitación en donde vivíamos 30 pibes en una pequeña casa en el medio de una zona montañosa. Pasé siete meses sin ver a mis seres queridos, pero aprendí muchísimo. Tenía que barrer, lavar los platos y hacer todo tipo de tareas para mantenerme limpio y con la cabeza ocupada, algo fundamental para salir adelante. Fue un momento muy jodido aunque, gracias a eso, hoy estoy bárbaro.
-¿Sentís que tu problema con las drogas es parte del pasado?
-Sí, me siento totalmente recuperado. Sé que no tengo que volver a elegir ese camino. Hoy estoy haciendo vida sana gracias a la enorme contención que me dio mi familia.
-¿Cómo te enteraste del doping allá por mayo de 2015?
-Me enteré viendo la tele y fue un golpe durísimo. Un año y medio sin jugar es una de las peores cosas que me pasó en la vida. Fue una amargura muy grande y sentí mucho dolor por lo que ocurrió. Creo que los que me pusieron la pena se excedieron con el castigo, pero ya es algo que dejé atrás.
-Volviste contra Independiente y clavaste un golazo…
-Nunca me voy a olvidar de ese gol a Independiente. Después de 600 días sin pisar una cancha, Cocca me dio la confianza y armé esa jugada con Panchito Cerro, que me tiró un pase muy bueno. Meses atrás era imposible soñar con vivir algo así.
-¿Qué significó Diego Cocca en tu vida?
-Diego es como un papá para mí. Le tengo mucho cariño y lo siento parte de mi familia. Cuando estuve sin jugar ha venido a cenar a mi casa para darme aliento y decirme que no afloje. Eso no lo hace ningún técnico, jamás me lo voy a olvidar.
-¿Cómo fue tu paso por el Metz de Francia?
-La vida en Francia es fantástica. Allá estaba muy cómodo pero no hacía lo que más me gusta en la vida: jugar a la pelota. A pesar de que me entrenaba en triple turno, el director técnico no me tenía en cuenta. Me sentía listo para jugar e incluso marqué varios goles en Reserva, pero como seguían sin darme bola, decidí volverme.
-¿Quién te avisó en enero que no ibas a ser tenido en cuenta en Racing?
-Christian Bragarnik, mi representante. Me dijo que se comunicó con la dirigencia de Racing y le avisaron que, si me quedaba, solamente iba a poder tener minutos en la Reserva. Al ver que no iba a tener lugar, salió esta chance de venirme a Chile y decidí aceptar el desafío.
-Se había instalado un rumor de que tu vuelta a Racing en junio estaba complicada porque a Coudet le dijeron que no estabas bien…
-Aprovecho para aclarar eso: el que salió a dar esa información lo hizo de muy mala leche. Acá se sabe todo y yo soy el primero que está bajo la lupa. Si no voy a practicar, se entera todo el mundo. Además, sé que si falto a entrenarme no juego más. Lo tengo claro.
-¿Cómo estás viviendo este presente en Unión La Calera?
-Muy feliz. La gente me tiene mucho cariño y el otro día, después del doblete a O´Higgins, me dieron una ovación inolvidable. Me siento en mi mejor momento, comparable con mis inicios en Defensa y Justicia: estoy diez puntos físicamente, metiendo goles en casi todos los partidos.