Experto en comportamiento animal y humano sostiene que principal consecuencia es que se desarrolla un sistema de creencias y opiniones propias que fragmentan y dividen a la sociedad.
¿Se vacunará contra el COVID-19? Esa es la pregunta que por estos días escuchamos a diario. Y es que este anuncio del Presidente Sebastián Piñera, de que ya estaría listo el protocolo para iniciar la inoculación masiva, despertó suspicacias, desconfianza y dudas.
Para el doctor José Antonio Muñoz Reyes, experto en comportamiento animal y humano, y director general de Investigación de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), es habitual que en un grupo social sus miembros busquen la opinión de los líderes para seguirlas y validarlas. Esto, porque nos sentimos cómodos teniendo a alguien que tome decisiones por nosotros. Debido a lo anterior, le otorgamos características superiores a quienes nos dirigen, que no necesariamente tienen. Es en este punto en el que el papel de quienes ostentan el liderazgo es muy importante, pues la pérdida del liderazgo dentro de un grupo puede derivar en la fragmentación del sentimiento de comunidad.
“En este punto, no es que se haga caso a las mayorías, más bien surgen otros líderes, que no abarcan porciones de la población tan amplias como el primero y que comienzan a desarrollar un sistema de creencias y opiniones propios que terminan por fragmentar y dividir la estructura del grupo. Entonces, para este largo proceso de recuperación del COVID-19 que estamos viviendo, es muy importante que no nos fragmentemos como sociedad y que logremos aunar una sola salida, pero esta salida debe basada en aspectos científicos, para esta pandemia. Entonces los líderes deben seguirlas y conducirnos por esa vía”, dice el Dr. Muñoz.
DIFERENCIAS DE OPINIONES
Sostiene que es normal que exista una amplia variabilidad en las opiniones que tenemos sobre este tema, especialmente en las etapas iniciales del proceso, esas en que la mayoría de la gente no tiene muy claro el funcionamiento de la vacuna y/o las implicancias médicas de su aplicación. Para Muñoz, es aquí cuando el papel de los líderes es tremendamente relevante, pues su misión es entregar un mensaje claro por una opción: en este caso vacunarse y, especialmente, hacer que ese mensaje cale profundo en la sociedad. Para esto -asegura- los líderes no están solos, pues cuentan con todos los recursos del Estado y los medios de comunicación. Por ello, advierte que ya debería haber campañas educativas en medios de prensa, en todo el país, con la colaboración de personas que sean reconocidas.
Agregó que los grandes hitos sociales en torno a la eliminación de agentes patógenos han estado mediados por campañas comunicacionales educativas masivas, en las que destacan un mensaje claro y potente, que es capaz de reducir la variabilidad de opiniones respecto del tema y las ha conducido hacia una solución plausible, que es apegarse a las normas sanitarias.
El investigador UPLA enfatiza, además, que en las ciencias del comportamiento se estudia desde hace unos años la conducta frente a amenazas de infección, a través de lo que se conoce como el sistema inmunológico conductual. Este sistema permitiría que las personas frente a una amenaza de infección por patógenos modificaran su comportamiento hacia el despliegue de conductas profilácticas para evitar la infección. En este sentido, las personas estarían más dispuestas a seguir los lineamientos establecidos por las autoridades para prevenir la infección, pero claro, aquella predisposición, debe estar acompañada por una campaña educativa masiva.
“Los seres humanos somos animales altamente sociales, dependemos de los demás para poder vivir por lo que yo diría que uno de los motores que explican lo que somos, son los lazos que construimos. A esto hay que añadir que tenemos una capacidad única para construir y seguir sistemas de creencias. Estos son dos aspectos de nuestra naturaleza que pueden jugarnos en contra y hacernos seguir ideas y creencias falsas cuando sentimos miedo y angustia frente a nuestra propia seguridad. Es aquí donde el Estado debe llegar antes, con información clara, con ayuda y con campañas que refuercen las creencias de las personas en base a un sistema que se construya desde la evidencia científica”, dice el especialista. En relación a las personas que se declaran antivacunas, precisa que se encuentran insertas en ese sistema de creencias, porque simplemente, la ciencia no llegó antes a ellos, porque “fallamos como sociedad”.