El confinamiento no debe impedir el juego en los niños y niñas

Especialistas entregan una serie de recomendaciones para desarrollar actividades con los más pequeños en casa. El baile puede ser una de ellas.


La pérdida de habilidades y destrezas motoras, y la interacción social con otros, son dos de los principales aspectos que se ven afectados cuando niños y niñas no pueden jugar por estar en cuarentena.

Si bien el encierro es una medida de autocuidado preventiva en contexto de pandemia, los especialistas en el desarrollo de la infancia advierten de la necesidad de desarrollar algunas actividades al interior de los hogares o en sus patios, cuando estos existen.

Así lo expresó la doctora Dulce Romero Ayuso, académica de la Universidad de Granada, en una jornada organizada por la Universidad de Playa Ancha (UPLA). En ese contexto, la especialista compartió citas de distintos autores, subrayando los beneficios que las actividades lúdicas tienen en el desarrollo de los niños y niñas.

“El juego es una actividad fundamental, característica de la infancia, que es divertida, genera placer y está intrínsecamente motivada por el niño, que facilita el aprendizaje de todas las destrezas, de todas las habilidades, fomenta la imaginación, mejora la socialización y la adaptación al medio y promueve el cumplimiento de normas… solamente es en el juego y solo en el juego, que el niño o el adulto, como individuos, son capaces de ser creativos y usar la totalidad de la personalidad y que solo de esta manera podemos descubrirnos a nosotros mismos ”, sostuvo la especialista española, quien advirtió que muchos de estos beneficios se pierden cuando los niños y niñas dejan de jugar.

¿QUÉ HACER?

Fabiola Vera Madrid, académica del Departamento Disciplinario de Ciencia de la Ocupación Humana de la UPLA comentó que, a pesar del confinamiento, sí es posible apoyar a nuestros niños, especialmente en el ámbito de la motricidad. Para ello -dijo- se puede utilizar el baile como una estrategia de  estimulación, ya sea en forma libre o dirigido, lo que permitirá reforzar la imitación y la memoria motriz.

“Dependiendo de las dimensiones del hogar, podemos dejar espacios protegidos para la actividad física. Puede ser reorganizando la ubicación de los muebles, usando colchonetas para la estimulación del equilibrio y la percepción del propio cuerpo. Si disponemos de un patio, podemos promover las actividades al aire libre. Ahora, si hay en casa apoyos tecnológicos como Wii, Xbox, etc., se pueden hacer actividades en familia. Eso ayudará mucho a desarrollar las habilidades motoras, aprender a respetar los turnos, trabajar en equipo, promover una mayor tolerancia a la frustración”, dijo Fabiola Vera. Sobre este último punto, la académica enfatizó el valor de las actividades en familia, las cuales calificó como el principal soporte de las habilidades sociales. Además, recordó que el cuidado y el juego con mascotas, especialmente con perros, también es un fuente valiosa para desarrollar la afectividad, la responsabilidad y el desarrollo motor.