Impresión en 3D del área dañada del paciente permite trabajar con mayor seguridad y disminuye el tiempo de la intervención quirúrgica.
Una novedosa técnica para la realización de una cirugía maxilofacial se realizó recientemente en el Hospital San Martín de Quillota, la cual consistió en la impresión de un modelo en tres dimensiones a partir de un escáner TAC, lo cual permite trabajar con antelación al especialista, disminuyendo con ello el tiempo de la intervención quirúrgica y evitándose imprevistos.
Tal como lo asegura el Cirujano Maxilofacial del Hospital San Martín de Quillota, Andrés Burstein Andaur, la aplicación de esta técnica en el establecimiento se realizó por vez primera, y espera seguir replicándola debido a los beneficios que esta tecnología trae aparejada para el paciente y el equipo clínico. Actualmente el financiamiento de esta técnica ha sido con recursos privados; sin embargo, la idea de los especialistas es que ésta se pueda incorporar en las prestaciones del Nuevo Hospital Biprovincial Quillota Petorca por su bajo costo y fácil acceso.
“La impresión 3D, a través de escáner, es un beneficio tanto para el paciente como para el tiempo quirúrgico que uno requiere para poder operar, debido a que tenemos una predicción del escáner antes de que ingrese el paciente a pabellón. Esto beneficia en la predictibilidad de la cirugía y, por supuesto, en que el resultado quirúrgico del paciente sea más favorable”, señaló el especialista a cargo de una de las subespecialidades odontológicas del recinto asistencial quillotano.
Cabe destacar que la cirugía maxilofacial se ocupa de las patologías asociadas a las estructuras óseas de la cara, como pueden ser traumas, fracturas faciales, tratamiento de quistes y tumores benignos, cirugía de la articulación mandibular y alteraciones que requieran osteotomías o corte de los huesos de la cara.
En este caso se utilizó la impresión 3D para facilitar la intervención y tratamiento de un paciente a quien se le debió reconstruir la cavidad orbitaria, que es donde va apoyado el ojo, producto de un accidente. Ello permitió realizar una cirugía más predecible, evitándose imprevistos para fijar las placas y principalmente darle la forma individualizada del paciente a los elementos de reconstrucción, fuera del pabellón quirúrgico.
Esta tecnología utilizó como material de impresión al PLA, que es un filamento en base a ácido poliláctico, el cual es un termoplástico fabricado a base de recursos renovables como el almidón de maíz, raíces de tapioca o caña de azúcar. Debido a sus orígenes más ecológicos este material ha comenzado a popularizarse dentro de la industria, y aplicaciones médicas, protegiendo de paso al medio ambiente.
Cabe señalar que en esta cirugía el Dr. Burstein contó con el apoyo de su colega Dra. Luz María Sernuda, permitiendo con ello complejizar las prestaciones quirúrgicas de cara a lo que serán las atenciones en el Nuevo Hospital Biprovincial Quillota Petorca, tal como lo señala el facultativo:
“Poco a poco hemos ido complejizando los casos que hemos ido tratando acá en el Hospital, y en asociación con el Hospital de Quilpué, y específicamente con la doctora Luz María Sernuda, hemos ido resolviendo casos más complejos, los que en el próximo Hospital vamos a poder abarcar a mayor población y casos que sean de mayor complejidad”. Con la incorporación de tecnología de punta, que espera seguir utilizándose en aquellas cirugías más complejas, el Hospital San Martín de Quillota no sólo se aboca a sus pacientes en el presente, sino que proyecta su actuar a lo que será el desempeño en el Nuevo Hospital Biprovincial Quillota Petorca en un área tan determinante como es la cirugía maxilofacial.