Ilícito quedó al descubierto esta mañana cuando gendarmes revisaron la encomienda.
Una mujer de total de 6085 libros leyeron los privados de libertad de la región de Valparaíso durante el año 2020, tiempo que ha estado marcado por la suspensión de las visitas producto de la pandemia. Esta significativa cifra ubica a los internos como los que más leen en todo el país.
El Plan de Bibliotecas en Recintos Penitenciarios, impulsado por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) comenzó a funcionar en el año 2015. A partir de esta fecha los internos de la región de Valparaíso siempre se han ubicado entre los que más libros solicitan a nivel nacional. De esta manera, se han cumplido con el objetivo del Plan, el cual es impulsar la lectura en contexto de encierro.
Además, el Plan contempla clases de alfabetización digital, las que apunta a desarrollar habilidades en el manejo de herramientas digitales que puedan aportar al proceso de reinserción social y laboral, así como también a ser apoyo didáctico a los procesos educativos, recreativos y laborales de los que son beneficiarios las personas privadas de libertad.
La directora regional de Gendarmería, coronel Sandra Toledo, informó que “nuestra población penal ha demostrado que existe un real interés por la lectura y que cuando se entregan las herramientas éstas son aprovechadas. Tenemos muy buenas bibliotecas en nuestras unidades penales y ello ha permitido que los internos cada vez lean más. Durante el año pasado se prestaron en las unidades del país 28.470 y de este total 6.085 fueron solicitados por internos de la región. Es decir, poco más del 21 por ciento de los libros fueron prestados a privados de libertad de nuestros establecimientos”.
“Entre nuestras bibliotecas destacada la del Centro de Cumplimiento Penitenciario de San Antonio. Durante el año 2020 en esta unidad se facilitaron 2659 textos, ubicándola entre las dependencias donde más libros se leyeron en el país. A nivel regional le sigue el Complejo Penitenciario de Valparaíso con cerca de mil préstamos”.
La coronel Toledo agregó que la última biblioteca que se ha habilitado es la del Centro Penitenciario Femenino de Valparaíso.
El encargado regional de educación y bibliotecas, sargento Daniel Castillo, destacó algunos de los motivos que han permitido este éxito en la región y particularmente en la unidad sanantonina.
“El éxito en el CCP de San Antonio principalmente se debe a que tanto el encargado de Gendarmería, como el interno van hacia la población penal, llevándole los libros. Semanalmente hacen esta acción y también los internos piden permiso y van hacia la biblioteca para leer libros y llevárselos a sus dormitorios.
“En la actualidad tenemos nueve bibliotecas en funcionamiento en las diferentes unidades. Cada tres meses, aproximadamente, van llegando nuevas colecciones. Los libros son de muy buena calidad y el lugar donde se encuentran también es un lugar muy acogedor”.
Todas las unid<des del subsistema cerrado cuentan con una biblioteca, salvo el Centro de Detención Preventiva de Quillota, cuya sección femenina podría contar con una durante este o el próximo año.
A la región de Valparaíso le siguieron la de Los Lagos (5613), Coquimbo (2.726) y Arica y Parinacota (2.203).