Claudia Encina, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, señala que muchas veces los padres envían alimentos que superan ampliamente lo que sus hijos necesitan.
El dato es preocupante: la colación llega a representar en algunos casos el 60% de las calorías que un escolar necesita al día, cuando lo recomendable es que no supere el 15%. Ahora, en plena época de regreso a clases, muchos padres seguramente se están preguntando qué tipo de colación es más saludable para sus hijos. Claudia Encina, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar, entrega algunas pistas.
“Los niños están en pleno crecimiento y formando su organismo, sin embargo, sus requerimientos nutricionales deben ajustarse a la edad. Los escolares de 6 a 9 años deben consumir aproximadamente entre 1550 y 1700 calorías, y los escolares de 10 a 18 años entre 1900 y 2400, las que deben ser distribuidas a lo largo del día y deben contener todo tipo de nutrientes para lograr una alimentación balanceada”, explica la académica.
Que los padres entiendan que la colación no es la comida más importante del día es una tarea difícil, cree Claudia Encina. “A veces, por querer evitar que sus hijos pasen hambre en el colegio los papás les envían más alimentos de los que realmente necesitan”, dice. Para ejemplificar, señala que “los niños al desayuno deben consumir el 25% del total de calorías, es decir, aproximadamente 375 calorías”, lo que se cumpliría con un lácteo y medio pan con acompañamiento. Respecto a las colaciones, indica que “deben contribuir entre un 10 a un 15% de calorías totales, es decir, entre 150 a 225 calorías, aproximadamente”. Como referencia, menciona que un yogurt puede tener entre 120 a 130 calorías.
COLACIONES RECOMENDADAS
Con estos datos en la mesa, la directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de UST Viña del Mar señala que una colación recomendable podría incluir: elegir entre un sándwich (medio pan hallulla o marraqueta con acompañamiento o dos rebanadas de pan molde con acompañamiento) o yogurt o fruta o frutos secos, siempre considerando agua para la hidratación u otro líquido sin azúcar añadida.
“El resto de los nutrientes del día deberán ser compensados entre el almuerzo, la once y la comida, cuyas porciones deben estar acordes a la edad del niño. Nunca se debe repetir el almuerzo”, advierte la docente, recordando que “cuando los niños están a cargo de terceras personas se tiende a cometer el error de esperarlos con almuerzo en la casa a pesar de ya haber almorzado en el colegio. Esta segunda ración obviamente aumenta la ingesta”.
En la otra vereda, Claudia Encina advierte que los alimentos que se deben evitar en las colaciones son los snacks altos en sodio y azúcar, además de los jugos y lácteos que tengan azúcar añadida. “Gracias a la nueva ley de etiquetado, nos podemos guiar eligiendo aquellos alimentos con menos sellos”, finaliza.