Jéssica Alfaro, doctora en Psicología Social, advierte que no es suficiente la resiliencia y las herramientas personales, pues también influye el contexto social, económico, familiar y las redes de apoyo.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el desempleo en Chile superó el 13 por ciento en el último trimestre. Son cifras que tienen rostro y nombre. Se trata de miles de compatriotas que, de un día para otro, dejaron de percibir su remuneración mensual o, simplemente, tuvieron que cerrar sus negocios a causa de la pandemia.
Frente a esta crisis, hay quienes quedan inmovilizados, pero otros tanto, se levantan, se reinventan y… se convierten en emprendedores.
¿Qué es lo que permite saltar de la crisis a la oportunidad? Para la doctora Jéssica Alfaro, hay dos aspectos clave que se complementan: la capacidad de resiliencia de la persona y, sobre todo, su contexto social, educacional, económico y familiar.
“Hay personas que tienen un contexto social, una protección social, un capital económico, social simbólico, que le permite mayor acceso a estas reinvenciones o adaptaciones más rápidas a los cambios… eso es fundamental, porque la mayoría de las personas en nuestro país no tiene esas posibilidades. Estamos hablando de un 50 o 60 por ciento de la población que está en condición de vulnerabilidad social, y la vida está más precarizada, por tanto, las condiciones objetivas de reinventarse (y más encima en crisis) son muy complicadas”, sostuvo la profesional, quien agregó que las condiciones estructurales en las que se desenvuelven las personas es clave para lograr ser un emprendedor.
Sin embargo, advirtió que si consideramos a dos personas con características económicas, sociales, educacionales, culturales y familiares similares, que están enfrentando una crisis (desempleo u otro), tendrá mayores posibilidades de emprender y reinventarse aquella que funciona con un pensamiento más flexible; que presenta una adaptación al cambio más rápida. Es decir, la persona que es resiliente.
“Son personas más resilientes. Son capaces de salir rápido de las situaciones adversas y tienen mayor acceso a las tecnologías digitales y redes sociales. Son personas que no sienten vergüenza, no se paralizan y eso tiene que ver con los eventos a los que han estado sometidos durante su vida: si han estado expuesto a más situaciones traumáticas o menos situaciones traumáticas; si han tenido buenos vínculos de apego en su crianza; si han tenido estilos de educación… castigadora, donde se castiga lo malo y se estimula la competencia, a la gran mayoría le va mal en ese sistema, por tanto, a la hora de enfrentar una crisis y reinventarse, quién va a tener más miedo de hacerlo? ¿Al que… castigan si te va mal o aquél que hagas lo que hagas, te van a felicitar y, por lo tanto, te van a incrementar tus capacidades para desarrollarte en cualquier ámbito?”, dijo la profesional, quien subrayó que este “kits de herramientas personales” (como la capacidad de iniciativa, autonomía, autocontrol, autorregulación, liderazgo y organización) están determinadas, en gran parte, por el estilo de educación que cada persona recibió, por la red social en la que vivió y por su propia historia.
Finalmente, más allá de los factores que posibilitan ser o no un emprendedor en tiempos de crisis, Jéssica Alfaro invitó a desarrollar comunidades más solidarias, optar por el consumo responsable, revalorizar los barrios y fortalecer las redes de apoyo. “Las crisis y tiempos difíciles como estos, siempre serán más fáciles vivirlos con otros y con una mirada desde lo colectivo”, concluyó.