Durante la pandemia, un estudio realizado por académicos de la Universidad San Sebastián reveló fascinantes patrones de compra entre distintos grupos socioeconómicos. Los resultados demostraron que los sectores de menor nivel socioeconómico priorizaron la adquisición de alimentos básicos como azúcar y pastas, mientras que aquellos de mayor nivel optaron por productos frescos y bebidas alcohólicas.

La investigación, liderada por la nutricionista Laura Quezada y su equipo de la escuela Nutrición y Dietética de la USS, buscaba comprender la relación entre el nivel socioeconómico y la elección de alimentos durante la crisis generada por el COVID-19 en América Latina. Los hallazgos resultaron en la identificación de vínculos significativos entre estos factores.

Según Quezada, los resultados revelan que las personas de menor nivel socioeconómico priorizaban alimentos más básicos y económicos como pan, cereales y pastas. Por otro lado, aquellos de mayor nivel socioeconómico daban mayor importancia a alimentos frescos como frutas, carnes y pescados, así como también al consumo de alcohol. Estas diferencias podrían atribuirse a la posibilidad de adquirir alimentos más costosos por parte de los grupos más acomodados.

El estudio también buscaba profundizar en la inseguridad alimentaria experimentada por las familias durante la pandemia, así como en los cambios en los patrones de consumo. Se observó una disminución en la frecuencia de las compras en comparación con los tiempos normales, debido a las medidas de confinamiento establecidas en varios países. Además, se evidenció un aumento en el uso del servicio de delivery como una medida preventiva para evitar contagios.

Resulta interesante destacar que el consumo de alcohol se incrementó en los sectores socioeconómicos más altos. Quezada sugiere que este comportamiento puede estar relacionado con el estrés experimentado durante la crisis, ya que el alcohol podría haber sido utilizado como una forma de escape de la realidad.

Aunque no se ha estudiado si la priorización de compra ha vuelto a cambiar después de la pandemia, es importante tener en cuenta que el contexto mundial tuvo un impacto significativo en los hábitos alimentarios de las personas. Estos hallazgos brindan una visión invaluable sobre la relación entre el nivel socioeconómico y las decisiones de compra de alimentos durante momentos de crisis.