Es clave comprender el motivo por el que tu ser querido se resiste a recibir ayuda y como puedes alentar la cooperación.
Uno de los desafíos más difíciles que puede presentarse cuando se está a cargo de la atención de adultos mayores es la resistencia al cuidado. ¿Cómo abordar a un ser querido mayor que no quiere recibir ayuda?
Yazna Gutiérrez, psicóloga, fundadora y gerente general de LIV UP, empresa especializada en el cuidado de adultos mayores, lleva años trabajando estos temas y entrega algunos consejos para invitarnos a descubrir y a aprender el por qué las personas mayores podrían resistirse a recibir ayuda y cuáles son las estrategias para abordar y superar esta resistencia de manera de fomentar la cooperación de nuestros seres queridos al llegar a mayores.
1. Entiende desde donde viene la resistencia. Si tu ser querido requiere atención probablemente esté lidiando con la pérdida física o mental, la pérdida de su cónyuge o de la independencia. Aceptar ayuda puede significar renunciar a la privacidad y ajustarse a las nuevas rutinas. Como consecuencia de eso tu ser querido puede sentirse asustado y vulnerable, enojado por necesitar ayuda o culpable por la idea de convertirse en una carga para la familia. Si es posible, pregúntale porqué se resiste. A menudo los mayores no se dan cuenta que están siendo resistentes.
2. Determina qué ayuda es necesaria.Evalúa el tipo de ayuda que tu ser querido mayor necesita y qué servicios podrían tener mejores resultados.
3. Elige un momento del día en el que tú y tu ser querido estén relajados. Eso facilitará que se escuchen mutuamente y que hablen con franqueza. Ten una conversación sincera sobre el impacto y la sobrecarga que está teniendo en tu vida el apoyar con las tareas de ayuda y cuidado y la necesidad de recurrir a un externo que esté ahí cuando tú no puedas.
4. Explica tus objetivos. Explícale que un poco de ayuda o compañía puede mantenerlo por más tiempo en su casa y dejarte a ti más tranquilo. Recuérdale que ambos quieren lo mismo.
5. Consigue la ayuda de familiares o amigos.Si tienes dificultades para comunicarte con tu ser querido mayor, considera pedirle a otro miembro de la familia o a un amigo cercano que intervenga. La familia y los amigos pueden ayudarte a persuadir a tu ser querido para que acepte la ayuda.
6. Pregúntale sobre sus preferencias. Esto respecto a qué familiar o qué tipo de servicio prefiere para su atención. Es importante tenerlo en cuenta aunque no se pueda cumplir con todos sus deseos.
7. Averigua tus opciones. Busca información y orientación en los municipios de tu ciudad, en el registro de organizaciones que trabajan con el adulto mayor, en el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama). Si decides que requieres ayuda externa, dale seguridad a tu ser querido mayor y dile que has investigado sobre los distintos tipos de apoyo y que estás seguro de que encontraste la mejor opción.
8. Respeta las decisiones de tu ser querido mayor. A veces puedes no estar de acuerdo con sus decisiones, pero en la medida que tu ser querido tenga una mente sana, debería tener la última palabra. No tomes decisiones unilaterales. Si aún se mantiene resistente, y es un peligro para sí mismo, consulta un abogado sobre los pasos a seguir para transformarte en su tutor/cuidador legal y tener poder para tomar decisiones en su nombre.