El Director del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota visitó el establecimiento, valorando la medida que permite reducir el ingreso de pacientes a la Unidad de Pacientes Críticos y favorece la rehabilitación y recuperación.
La implementación de 80 camas de CNAF (cánulas nasales de alto flujo o de oxigenoterapia) en el Hospital Dr. Gustavo Fricke, es una de las estrategias desarrolladas en el marco de las estrategias desarrolladas en red por el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, para reducir la alta demanda de camas UCI debido a la complejidad de los casos.
El Director del SSVQ, Alfredo Molina, destacó, tras visitar el Hospital base de la red asistencial, en su calidad de Coordinador Regional de Servicios de Salud: “El Hospital tiene 62 camas UCI habilitadas y lo que hemos venido a ver es, principalmente, la estrategia de camas con cánulas nasales de alto flujo. Hoy el Hospital ya ha llegado a habilitar 80 camas con CNAF, lo que nos permite otorgar a la región una capacidad bastante importante de oxigenoterapia de manera temprana a pacientes que vienen con problemas respiratorios, y de esta forma prevenir y evitar la llegada de estos pacientes, no en su totalidad, pero sí en un número importante, a utilizar una cama UCI. En la región hoy, más que seguir creciendo en camas, lo que estamos buscando es poder optimizar el uso de nuestros recursos, y la verdad, es que esta estrategia que ha levantado el día de hoy el Hospital, nos viene bastante bien, principalmente, para pacientes que siguen llegando con Covid-19”.
Las camas CNAF ya instaladas en diversas áreas del Hospital, son utilizadas progresivamente, en la medida que la demanda de pacientes aumente y clínicamente estén recomendados para este tipo de terapias, bajo la supervisión del equipo de salud de la Unidad de Paciente Crítico.
Bajan ingresos a la UCI
Al respecto, el Dr. Marcos Huilcaman, Jefe de la Unidad de Paciente Crítico, explica que “una estrategia muy buena es tratar que para todos los pacientes que requieren oxígeno, implementar este sistema de administración de flujos altos de oxígeno, con lo cual evitamos que los pacientes ingresen a nuestras Unidades. En forma habitual, el ingreso de pacientes que requieren oxígeno a alta concentración, que tienen una neumonía por covid, ingresan con alrededor del 60, 70% de ventilación mecánica. En el momento en que implementamos las cánulas de alto flujo, bajó el ingreso a alrededor del 20, 30%. Por tanto, baja mucho la cantidad de ingresos”.
El médico intensivista explica que esta terapia permite abordar de mejor manera las graves secuelas pulmonares del virus: “Cuando un paciente tiene neumonía por Covid, nuestra estrategia fundamental siempre ha sido crear una situación de reposo pulmonar. En la medida que el paciente no aumente su trabajo respiratorio, baja la demanda de esfuerzo ventilatorio, baja la producción de medidores inflamatorios y eso lleva a que el pulmón no se inflame. Entonces, tenemos varias medidas que hacemos en forma normal, para bajar la inflamación, que tienen relación con bajar la tos, bajar el dolor, bajar la fiebre, que para nosotros son fundamentales”.
Mejora el esfuerzo ventilatorio
Agrega el Dr. David Mahan, médico internista que «las cánulas nasales de alto flujo, CNAF, son aparatos que proveen oxígeno y que tienen distintos beneficios con respecto a las mascarillas convencionales de oxígeno. Los principales beneficios son que aporta un flujo mayor de aire y de oxígeno constante y, uno sabe específicamente y certeramente cuánto oxígeno recibe el paciente. Aparte de proveer el oxígeno y el flujo, tienen beneficios en relación a la presión de la vía aérea, ya que que asimila la ventilación mecánica, obviamente en un nivel menor, pero proveen una presión positiva en la vía área, que ayuda a los pacientes en su mecánica ventilatoria. Además, proveen mayor comodidad y una mejora al esfuerzo ventilatorio del paciente. Tienen pocas contraindicaciones, lo que también ayuda, siendo contraindicado para pacientes que están inestables o pacientes que, por patologías adicionales al Covid, retienen CO2, lo que evita que la CNAF cumpla su objetivo».