El lobo marino está matando la pesca artesanal en la región de Valparaíso, acusó esta mañana el diputado del Distrito 6, Nelson Venegas, quien luego de reunirse con algunos dirigentes de este rubro de la provincia de Petorca, se comprometió a ayudar a estos trabajadores, acercando esta crisis a los organismos de Gobierno correspondientes, pues ellos afirman que la poca presencia de la merluza común en los mares de Chile ha causado que mencionados mamíferos marinos arrasen con otras especies como el congrio y la corvina.
Así al menos lo confirmó el dirigente Viterbo Ibacache, de la caleta de Pichicuy: “Las autoridades aún no entienden que la crisis que vivimos no es sólo por la sobreexplotación de la pesca o por la corriente del Niño. El verdadero drama que tenemos es por la alta presencia del lobo de mar. Ellos, al no contar con la merluza común como parte de su cadena alimenticia, se desplazan a estos sectores, como el litoral de la provincia de Petorca, y destruyen nuestro trabajo”.
Agregó que “nosotros salimos a tirad la red, a calar, y estos lobos, hambrientos atacan en manada, comiéndose todo lo que pescamos, en especial el congrio negro, el congrio colorado y la corvina, que es nuestra especialidad. Esta situación se la dimos a entender al subsecretario de Pesca (Julio Salas), pero parece que no la entendió”.
Ante ello Ibacache solicitó que a los pescadores de Pichicuy (alrededor de 70 trabajadores) se les entregue un bono hasta superar esta crisis. “A la Caleta Portales y a San Antonio se les está entregando 450 mil pesos. Nosotros solicitamos esa suma, al menos”, dijo.
En tanto el diputado Venegas comentó que “la situación de la pesca hace mucho rato que es complicada, se requiere de soluciones mucho más concretas. Esto es, por lo menos, lo que nos menciona cada uno de los pescadores que existen en el distrito; y no sólo de ahí, sino que también en Valparaíso y San Antonio. Ellos están pasando por momentos complejos a propósito del cambio climático y de los eventos de contaminación que se producen, por ejemplo, en Puchuncaví y Quintero. Es una situación que, lamentablemente, está acarreando muchos perjuicios al gremio de los pescadores”.
Para el parlamentario “la pesca se está empezando a morir y eso significa, por lo tanto, que hay que ayudar, hay que colaborar. En ese sentido le hemos solicitado al subsecretario de Pesca cuestiones concretas, como un bono a los pescadores. Existen otras alternativas, como el tema del impuesto específico de los combustibles. Muchas veces hay exenciones para los camioneros, pero resulta que los pescadores no tienen este tipo de beneficios, y ellos lo necesitan mucho más, porque las lanchas requieren de petróleo”.
En cuanto a la alta presencia del lobo marino en los mares de la región, expresó que “estos mamíferos se están comiendo a los peces y en el país hoy una política que regule la población de estos animales. Ellos están causando un detrimento a esta actividad, y no sólo en términos económicos sino que también en términos identitarios”.
Falta de políticas públicas
Cabe notar que recientemente el diputado Nelson Venegas ofició a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y a los ministerios de Hacienda y Economía para que atiendan las demandas que los pescadores presentan periódicamente ante la crisis económica que atraviesan en la última década debido a la falta de política públicas que corrijan la inequidad existente en materia de extracción de peces, en especial de la merluza común.
Luego de continuas reuniones entre el legislador y dirigentes de distintas organizaciones pesqueras —puesto que este problema se extiende por toda la costa de esta parte del país— se resolvió informar a mencionadas reparticiones de Gobierno sobre las necesidades que urgen ser abordadas y resueltas para mantener con vida este tradicional rubro marítimo.
Uno de estos requerimientos es la reactivación del “Programa de monitoreo del recurso pesquero merluza común y otros disponibles en las regiones IV, V, VI, VII y VIII” de la Subpesca, que desde el 2018 no ha sido replicada.
“La pesca artesanal constituye una fuente laboral y de ingresos fundamentales para las comunidades costeras, quienes dependen en gran medida de los recursos que el mar provee. Debido a las malas prácticas y sobreexplotación de los recursos del mar, es más frecuente la escasez de estos para su extracción”, expresó el parlamentario.
Explicó Venegas que “este programa de monitoreo tenía por finalidad recopilar información referente a las unidades de pesca afectadas por escasez de recursos; fomentar la actividad pesquera artesanal asociada a las unidades de pesca que concentran principalmente la extracción del recurso merluza común, para propiciar acciones de diversificación de dicha flota; y de generar beneficios económicos que permitan disminuir el esfuerzo de pesca sobre dicha especie”.
Sostuvo que “para la aplicación de este monitoreo anualmente se dispuso de una suma de dinero para cada uno de los tripulantes y/o armadores participantes, con el objetivo de solventar los costos asociados que implicaba el desarrollo de esta actividad en terreno. Sin embargo, esta medida compensatoria no ha sido replicada por los gobiernos desde el año 2018, generando un fuerte perjuicio para la actividad productiva de los pescadores artesanales que se dedican a la extracción de este recurso”.
Mecanismos de devolución
En la actualidad no sólo la merluza común escasea.
“En general son todos los productos del mar que permiten mantener la pesca artesanal como una actividad productiva en las costas de Chile. Por eso es de real importancia la reposición de un bono compensatorio (por veda biológica de cualquier especie marina) para los pescadores artesanales inscritos en el Registro Pesquero Artesanal (RPA); pero no sólo por la escasez de merluza: un bono compensatorio por la falta o disminución de los recursos marinos en las costas chilenas, los que han generado una grave crisis económica que afecta al sector de la pesca artesanal”, expuso Venegas.
Manifestó al respecto que es necesario “un bono para los pescadores artesanales inscritos en el Registro Pesquero Artesanal, entregado por pescador y no por embarcación y de forma trimestral”.
“También —agregó— hago presente la posibilidad, como ayuda a los pescadores frente a la grave crisis económica que les afecta, de excluirlos del Impuesto Específico a los Combustibles, ya que esta actividad productiva, a diferencias de otras, no cuenta con mecanismos de devolución o recuperación del EIC”.
“Este impuesto (IEC) fue implementado en 1985 con el propósito de financiar la reconstrucción de carreteras, representa el 45,9% del precio de venta por litro de gasolina de 93 octanos. En el caso del diésel corresponde al 23,2% del precio”, cerró.