Roxana Tapia, kinesióloga y profesora de Educación Física de la UPLA, advierte de los riesgos a los que se expone quien no está preparado para realizar esfuerzos de alto impacto.
Todos conocemos a alguien que, sin preparación alguna, se coloca los zapatos de fútbol y parte el fin de semana a jugar una “pichanga” con sus amigos. Si bien, en primera instancia, esta acción parece inofensiva, la verdad es riesgosa para nuestra salud, y la mayoría de las personas que la practican no lo saben.
Así lo advirtió la kinesióloga y profesora de Educación Física de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), Roxana Tapia, quien sostuvo que estamos adaptados a las actividades de la vida diaria. Es decir, cada vez estamos más tiempo sentados, con un mínimo gasto de energía, por lo tanto, no estamos preparados para realizar actividad física fuerte.
“Pero cuando los llevamos a una actividad, ya sea de caminatas intensas o trotes, o pichangas, significa que se lesionan los músculos, los tendones, cartílagos, meniscos y, en general, en ves de ser algo beneficioso, es una tortura. Claro, el momento de la pichanga todos lo pasan bien, porque liberan energía o endorfinas, pero después de la pichanga o del baño, al día siguiente no pueden mover un músculo, porque hasta el pelo les duele”, aseguró la especialista UPLA, quien sostuvo que estos deportistas de fin de semana también pueden sufrir fracturas, esguinces y lesiones de ligamentos y tendones.
Agregó que el calentamiento previo a una actividad fuerte es fundamental, pues permite poner en marcha el sistema cardiovascular y sistema muscular, con el objeto de que esté acondicionado para el esfuerzo que el deportista ocasional va a realizar. Eso podrá evitar consecuencias dolorosas para nuestro cuerpo. En este contexto, sostuvo que era fundamental asegurar que la condición cardiaca, respiratoria y el sistema músculo esquelético de la persona no presente daño.
“Para poder hacer un trabajo beneficioso y no lesionarse, primero, tiene que haber un control médico, tiene que haber un examen cardiovascular que determine que no hay ningún problema, que está en condiciones de…y después de eso, iniciar un proceso evaluativo, que significa preparar las articulaciones y los tejidos en general para la carga de trabajo que va a venir”, dijo la profesional.
Tras contar con el visto bueno del médico, recomendó desarrollar actividad física programada y dosificada, pues fomenta el trabajo cardiovascular y constituye un factor de protección.
Para empezar, sugiere hacer elongaciones (piernas); movilidad de tobillo y rodilla y cadera; y luego caminar diariamente 30 minutos, con intensidad gradual. Posteriormente, podrá trotar y, si se aprecia que tiene tolerancia al esfuerzo, resistencia y buen trabajo muscular, recién allí la persona puede colocarse los zapatos de fútbol. Ya sabe, si quiere lucirse el fin de semana dentro de una cancha, debe prepararse. Siempre será mejor prevenir que curar.