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¿Tiene familiares con problemas de audición? Estos consejos le ayudarán a establecer una mejor comunicación

Debido al confinamiento que nos obliga a pasar más horas en casa, es fundamental establecer dinámicas para mejorar la comunicación con personas que tengan pérdida auditiva, explica Sebastián Rivera, académico de Fonoaudiología de UST Viña del Mar.

El confinamiento obligatorio ha modificado las dinámicas al interior de cada hogar. Hay muchas más personas compartiendo el mismo espacio durante muchas más horas y en el caso de las familias con integrantes que presenten pérdidas auditivas, las dificultades también aumentan. ¿Cómo comunicarse con una persona que tiene problemas auditivos? ¿Cómo esa persona debe relacionarse con quienes lo rodean? Sebastián Rivera, académico de la carrera de Fonoaudiología de UST Viña del Mar, entrega algunas recomendaciones.

 “En cuanto a la pérdida auditiva, Chile tiene una alta prevalencia en todas las edades porque esto no es un problema exclusivo de las personas mayores, aunque sí la prevalencia aumenta con la edad”, explica. Respecto a los problemas que se generan a causa de la pérdida auditiva, el profesional enumera “el aislamiento, la reducción de la actividad social y problemas de salud como depresión y deterioro cognitivo. En definitiva, peor calidad de vida. Eso es lo que queremos que no suceda y para eso debemos trabajar juntos, en familia”.

Considerando que para muchas personas puede ser una experiencia nueva comunicarse con alguien que tenga problemas auditivos, el docente menciona cuatro consejos:

– Ser asertivo. “Este consejo está dirigido a la persona con problemas auditivos. Debe estar dispuesto a admitir que tiene un problema, dispuesto a explicarle su problema a otros y debe ser capaz de sugerir maneras para mejorar la comunicación. Decir, por ejemplo, ‘por favor, háblame más lento y mirándome a la cara’ es un buen inicio”.

– Analizar la situación. “Hay que preguntarse qué está complicando la actividad de comunicación, cuáles son las fuentes de la dificultad, cuáles son las posibles soluciones, qué información es necesaria para aplicar esas soluciones y cuáles habilidades prácticas son necesarias para aplicar las soluciones”.

– Conocer la situación comunicativa en casa. “Debo conocer los espacios, escoger una ubicación que permita observar de frente a la otra persona, disponer de iluminación tenue en las habitaciones, adaptar cubiertas para ventanas o mesas usando manteles y cortinas, adecuar la casa para que esté mejor preparada y alejarme de la fuente de ruido”.

– Asegurarse de que lo puedan ver a la cara. “Este consejo es para los familiares o los cercanos a la persona. Deben usar expresiones faciales y lenguaje corporal, que pueden ser útiles para que la otra persona capte el mensaje. Mirar a la cara me da información para complementar lo que no pude entender. Un error común es hacer sentir culpable a la otra persona. No es su culpa no poder entender, así que hay que ponerse en su lugar y tener paciencia”.

Sebastián Rivera también se refiere al uso de audífonos. Y si bien reconoce que son muy útiles, aclara que por sí solos no son una solución definitiva. “El audífono es un gran aporte porque efectivamente podemos percibir más sonidos, pero no lo es todo. El uso del audífono se debe complementar con una rehabilitación auditiva que también esté asociada a las estrategias comunicativas y que ojalá esté guiada por un fonoaudiólogo”, indica.

El académico de UST agrega que uno de los principales mitos en torno a la pérdida de audición es “pensar que hay que gritar para que la otra persona entienda. Pero la verdad es que, para sonidos de intensidad alta, esa persona percibe igual que una persona sin problemas, entonces el grito no es necesario. Sí se recomienda hablar cara a cara y lento, ya que eso aumenta naturalmente el volumen de la voz”.

Pensando en el contexto de pandemia, Rivera dice que las videollamadas son un recurso muy útil para las personas con pérdida auditiva. “Hay que acostumbrarse, pero es mejor porque podemos visualizar los movimientos de labios, que son un buen apoyo, mientras que en las llamadas telefónicas normales dependemos en exceso del sistema auditivo. Es una buena instancia, aunque siempre hay que evaluar cada situación individualmente”, sostiene.

En ese mismo sentido, acota que las mascarillas se han transformado en un obstáculo porque impiden ver los movimientos de labios: “Ya que no es factible quitarse la mascarilla, se podría dar más énfasis al lenguaje corporal, a las expresiones faciales. Y tratar de usar una mascarilla discreta, que no tenga dibujos que desvíen nuestra atención y perdamos información visual”.

¿Cómo puede ayudar la familia o los cercanos a una persona con pérdida auditiva? “Un buen consejo es involucrarse desde el comienzo, si es posible acompañarla al médico desde la primera evaluación, cuando recién está la sospecha de algún problema. Eso permitirá que el propio médico vaya entregando alternativas y juntos vean cómo se puede generar una mejor situación comunicativa”.