Artículos llevados por familiares de los privados de libertad deben pasar por una exhaustiva sanitización y revisión.
El minucioso trabajo del personal encargado de la revisión e higienización de las encomiendas en los recintos penitenciarios de la región de Valparaíso ha permitido que en mayo éstas hayan aumentado en más de un cien por ciento en comparación a marzo pasado. Esta alza cobra gran importancia si se considera que, con el objetivo de prevenir posibles contagios por Covid-19, Gendarmería tomó la decisión, compartida por la población penal, de prohibir temporalmente las visitas en las cárceles de todo el país a partir de los primeros días de abril.
Preparados para este incremento, experimentado en casi la totalidad de las unidades penales de la zona, y preocupados de la salud de los privados de libertad y funcionarios civiles y uniformados, Gendarmería dispuso de un exhaustivo protocolo de sanitización de los artículos destinados a los internos. Éste contempla el uso de guantes y mascarillas por parte del personal encargado de la limpieza y revisión de los productos y la instalación de micas protectoras en los espacios existentes para estas tareas, entre otras medidas.
El aumento antes mencionado se grafica claramente en unidades como el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Los Andes, donde en el mes de marzo se recepcionaron 464 encomiendas, mientras que en mayo se llegó a las 977. Situación similar es la que se vivió en el Centro de Detención Preventiva de Petorca, donde pasaron de 54 a 133.
El jefe de la unidad andina, teniente coronel Danilo Millón, destacó que: “Dada la contingencia nacional por el Covid-19 en Gendarmería han habido procesos que han tenido que ser modificados. En este caso las encomiendas de la población penal se han visto duplicadas en su cantidad, lo que ha significado redoblar los esfuerzos por parte del personal. Gendarmería ha protocolizado estos procesos, de tal manera que el personal debe cumplir con un protocolo de sanitización de los productos antes de ingresarlos”.
De igual forma, el jefe del CCP de San Antonio, mayor Víctor Muñoz, detalló que: “En el mes de abril recibimos, aproximadamente, 400 encomiendas por parte de familiares de los internos. Esta cifra llegó a 970 en el pasado mes de mayo, lo que, sin duda, significa un importante aumento. Este volumen de envíos debería mantenerse mientras continúen suspendidas las visitas”.
Por su parte el seremi de Justicia y derechos Humanos, José Tomás Bartolucci, afirmó que «Entre las medidas para el manejo de la pandemia al interior de las cárceles del país, ha estado la de suspender las visitas de familiares y seres queridos. Ha sido necesario, por tanto, fortalecer el sistema de recepción de encomiendas para los internos desde el exterior, contribuyendo con ello a sostener el vínculo afectivo que tanto favorece al bienestar de las personas que, por diversos motivos, se encuentran privadas de libertad resguardando sus derechos fundamentales. Hago un reconocimiento a la labor de las y los funcionarios de Gendarmería cuyo esfuerzo permite la correcta ejecución de estas medidas extraordinarias».
Junto con la interrupción momentánea de las visitas, Gendarmería tomó una serie de medidas, entre ellas la autorización del envío de cloro y mascarillas a los privados de libertad, artículos de aseo e higiene que se suman a los que les entrega el mismo servicio. Además, y con el objetivo de mantener el vínculo familiar, la población penal ha podido acceder a videollamadas con sus seres queridos.